Nos han encomendado dirigir un proyecto y tenemos a nuestra disposición al mejor equipo de trabajo de nuestra empresa. En el horizonte vemos un ascenso, y ese proyecto es clave para lograrlo, pero cometemos errores a la hora de dirigir el grupo y nos quedamos sin él. Por eso, la formación en coaching es esencial para liderar equipos o grupos de trabajo y evitar errores que puedan comprometer el éxito del proyecto como los que veremos a continuación.

Malos hábitos a la hora de dirigir equipos de trabajo

1. No ejercer nuestro liderazgo

El director del trabajo debe gestionar y sacar adelante el proyecto que le han asignado, pero también encargarse de dirigir eficazmente a su equipo. Si no ejerce ese liderazgo, el proyecto irá dando tumbos y será muy difícil que alcance la meta. Por eso, la formación en liderazgo y gestión de equipos es esencial el director del proyecto, que pronto deberá empezar a resolver conflictos.

2. ¿Cuál es el objetivo?

Es la primera pregunta que nos deberíamos hacer, pero no todos los directores de proyecto se la hacen, y aquí llegan los problemas. Si no conocemos el objetivo, no podemos implicar a fondo al equipo; así que antes de empezar tendremos que fijar nuestra meta. De rebote, también nos permitirá decidir los criterios para que sea exitoso.

3. Falta de implicación

Todos los miembros del equipo deben estar implicados en cada proyecto y sentirse importantes. Si no, puede haber una guerra de egos o trabajadores que se desmarquen. Las herramientas tecnológicas no permiten hacer partícipe a todo el mundo del proyecto, y estar siempre informados. En este sentido, saber comunicar bien es otra clave para mantener al equipo unido.

4. Mala planificación y peor control

A la hora de planificar los proyectos o de hacer estimaciones, hay que ser realistas y ser conscientes en todo momento del equipo que dirigimos y de qué podemos hacer y en cuanto tiempo, además de dejar un margen para solucionar los problemas que surjan en el camino. A la hora de llevar a cabo el proyecto, el director debe saber en todo momento su estado real, ya que de otra manera no podrá hacer los cambios o correcciones necesarias para cumplir con los objetivos y la planificación.

5. La alergia a los cambios

Hay que estar dispuestos a introducir los cambios necesarios, ya que podemos haber cometido un error en la planificación inicial y hay que corregirlos. En este sentido, es importante mirar atrás y recordar las lecciones del pasado, situaciones similares en las que hayamos podido cometer el mismo error.

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