Ser vegano es una “alternativa ética al consumo y a la dependencia de productos no adaptados a las necesidades físicas y espirituales del ser humano, como la carne, el pescado, los lácteos, los huevos, la miel, los productos derivados de los animales y otros artículos de origen animal como el cuero y las pieles”, según la Unión Vegetariana Española (UVE).

Ser vegano como forma de vida

Desde hace algunos años, el veganismo ha tendido a normalizarse pero, si te gusta esta filosofía de vida y aún andas hecho un mar de dudas, te vamos a dar algunas pistas que te permitirán ser un buen vegano sin morir de hambre en el intento ni renunciar a los nutrientes principales.
Por los animales, por tu salud, por el planeta… Las razones para ser vegano son tan positivas como variadas pero también puede traer complicaciones, en la mayoría de los casos, evitables. Renunciar a la carne, el pescado, los huevos y los lácteos – prohibidos para todo vegano- son las premisas de una alimentación que encuentra en vegetales, legumbres, arroz, cereales, fruta y frutos secos sus mejores aliados.
Según la pirámide de la alimentación de PETA, lo más importante es que, dentro del veganismo, mantengas una dieta lo más variada posible. Deben mantenerse las razones éticas, pero tener una dieta vegana sólo será saludable si respetas ciertos márgenes. Debido a la carencia de proteínas, sufrirás una importante carencia de la vitamina B12, por lo que deberás tomar un complemento alimenticio y/o farmacológico de esta vitamina y, eventualmente, también de vitamina D. Además, sería oportuno tomar bebidas con alto contenido en vitamina C para asimilar bien el hierro y evitar el consumo de azúcares refinados y harinas blancas.

¿Qué hay en la nevera de un buen vegano?

El vegano excepcional desayuna sin leche, bollos, mantequilla o galletas. Tiene en cambio productos elaborados sin ingredientes de origen animal y evita, además, alimentos o ingredientes producidos por éstos, como es el caso de la miel.
En su nevera, sobretodo, hay frutas y verduras. Reemplazan el huevo por harina de maíz blanco o garbanzos con agua, la leche de vaca por alternativas como la de soja u otros vegetales: almendras, avellanas… Por su parte, el tofu es el gran sustitutivo del queso y, lo que ante todo aprenden, son nuevas técnicas de cocina y búsqueda de alimentos sanos y atractivos. Por ejemplo, combinan las verduras y frutas con cereales y arroz, miso, seitán…
Si te preguntas cómo empezar, lo mejor es mantener tu dieta habitual suplantando los alimentos de origen animal por su sustitutivo vegano y, a ser posible, formarte con unas nociones de nutrición o hacer la transición de manos de un nutricionista que te asesore para evitar cualquier carencia de vitaminas y/o minerales.
Por lo demás y si aplicas ese respeto a los animales y la naturaleza a todos los aspectos de tu vida (vestimenta, calzado y otros productos) serás el vegano perfecto. ¿Listo para una alimentación ética?

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