Si trabajar dignifica, hacerlo en un negocio propio colma de satisfacción personal. Un emprendedor es el soñador incansable que detecta la oportunidad en cualquier sitio. Es comprometido y, además, se olvida de horarios. Y es que ser tu propio jefe no te eximirá de currar los fines de semana y aunque al principio no querrás escatimar horas en el negocio del que te has enamorado, te aconsejamos que dosifiques, pues el descanso es necesario.
No te fijes en las startup  de éxito y ansíes lo mismo desde el minuto uno. El triunfo, siempre llega tras un buen trabajo y lo hará también el tuyo. Así que no te desanimes pensando que te falta un inversor que te respalde, esa juventud que siempre viene bien pero no es imprescindible o una súper oficina.
A veces, tras cualquier primera idea por pequeña que parezca, está una gran posibilidad de negocio y, para la que te ronda en la cabeza se convierta en la tuya, nos hemos permitido darte algunos consejos.
The money: Con mucho dinero cualquiera monta una empresa (aunque eso no garantice el éxito). Lo difícil es hacerlo con lo que tengas en el bolsillo. Puedes partir sin una inversión inicial aunque tu tiempo, claro, también vale dinero. Hazte a la idea de que difícilmente generarás ingresos sustanciales durante el primer año. Infórmate de las ayudas y/o subvenciones de las que puedas beneficiarte y quédate tranquilo que, si sigues los pasos que te mostramos a continuación y tu idea es buena, despertarás pronto el interés de los inversores. Por cierto, no pierdas nunca de vista tener preparado un buen proyecto como carta de presentación para tu futura ronda de financiación.
La idea. ¿Has estudiado la competencia? No pierdas tiempo en una idea de la que desconoces si ya existe mercado. Si puedes, haz un estudio de mercado o trabaja con “clientes de prueba”. Analízalo todo a fondo y continúa o, simplemente, cambia de idea.
Rodéate del mejor equipo. No es necesario que sepas de todo lo que necesitas saber en tu proyecto. Pero sí que conozcas de qué gente debes rodearte para llevarlo a buen puerto. Procura pues, que entre tu equipo estén los mejores que puedas pagar y déjate asesorar por quién de verdad sabe de cada una de las cosas que necesitas. Entre las más inmediatas, asesoría fiscal, diseño web y posicionamiento.
Y de ahí precisamente el siguiente requerimiento. Rodéate de técnicos, diseñadores web y diseñadores gráficos que hagan maravillas de tu presencia en Internet. Precisamente si no partes de una gran inversión, operar únicamente online te va a ahorrar costes pero necesitarás de una buena Web que esté optimizada y adaptada a los nuevos formatos mobile.
Los emprendedores pecan de tener el efecto gaseosa. Empiezan con muchas ganas y luego se vienen abajo y, de hecho, la mayoría de las startup desaparecen en su primer año de vida. Automotivarse es una opción y, para ello, nada como nada como apoyarse en la familia y los amigos, pero también estar al día de lo que sucede en el sector y procurar seguir creciendo.
Si aun así, ves que algo no va bien, no desistas. Mejor pivota. Detecta cómo de profundo es el cambio que necesitas y hazlo. A nosotros no nos ha ido mal en esto del emprendimiento y como te deseamos la misma suerte o más, te dejamos aquí los cursos que en Aprendum tenemos preparados para ti, futuro emprendedor de éxito.

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