El emprendimiento es una vía de empleo que cada vez más jóvenes contemplan, pues el mercado laboral se encuentra saturado de otros profesionales con perfiles similares al suyo. Muchas entidades y universidades ofrecen programas y espacios específicos para formar a los jóvenes en materia de ser autónomo, asesorándoles y contribuyendo a impulsar nuevas ideas de negocio o proyectos de innovación.

Si bien no existe un perfil concreto entre las personas que ponen en marcha su proyecto de negocio, todos los informes efectuados al respecto muestran que para sacar adelante una startup es necesario haber cursado un cierto grado de estudios. Además, los socios de un proyecto emprendedor deben tener perfiles distintos, de forma que sus habilidades y formación se puedan complementar.

Los expertos señalan que una startup no puede tener éxito si sus socios no tienen formación en el área comercial y habilidades para captar a clientes o vender el proyecto a otras empresas. Dicho de otro modo, el perfil de emprendedor de éxito es el de una persona con estudios y una formación complementaria transversal, que le permita ser competente en todas las áreas necesarias para que un negocio tenga éxito.

Pero, ¿qué titulaciones son las que mejor conectan estudios con el el deseo de emprender? El portal especializado Todostartups.com ha publicado un listado que desglosa las fortalezas y debilidades de los nuevos negocios de emprendimiento en función de la formación de sus socios. Tras analizar casi un centenar de proyectos que han sido registrados en el portal como en la plataforma Ayuda al Emprendedor de la escuela de negocios Centro de Estudios Financieros (CEF), las conclusiones muestran que los perfiles más “marketianos” son buenos a la hora de incentivar las ventas y pueden ser valores en activo para acelerar el crecimiento de una startup. En cambio, aquellos profesionales que proceden de ADE y Económicas tienen una mayor solidez en las bases sobre las que se basa un proyecto de emprendimiento. Así pues, estos dos perfiles son imprescindibles para crear una startup, pero no son los únicos.

Las carreras de los emprendedores

Marketing y ventas

Los expertos apuntan que los perfiles profesionales que se enfocan al marketing proyección de la nueva empresa, la creación de la marca, venta y posicionamiento en las redes son necesarios para empezar con buen pie una empresa. Además, estos profesionales tienen la formación para generar enfoques creativos e innovadores y fomentar el networking. Sus principales retos son fortalecer vínculos entre la viabilidad de la startup y su proyección exterior, profundizar en el plan de negocio, planear la financiación a largo plazo y el uso de tecnología.

ADE, Ciencias Económicas y MBA

Estos profesionales son quienes presentan un perfil más equilibrado a la hora de lanzarse al mundo del emprendimiento, pues tienen los conocimientos del mundo empresarial, financiación y estrategia global mucho más desarrollados. No obstante, los titulados en ADE, Ciencias Económicas y Máster en Administración de Empresas tienen que afrontar el reto de mejorar su capacidad de reacción ante imprevistos, así como ganar en flexibilidad y sensibilidad hacia sus clientes y las necesidades de éstos.

Derecho

Los profesionales con formación en el ámbito legal pueden aportar un buen trabajo en la constitución de la sociedad, contratos, aspectos financieros y crear un marco de relaciones con los proveedores y clientes. Sin embargo, esta meticulosidad en el trabajo legal es su principal lastre: los licenciados en derecho presentan un “escaso” pensamiento estratégico de mercado, tienen carencias en innovación, falta de creatividad y poca flexibilidad.

Humanidades

El análisis de CEF muestra que no es necesario proceder de una titulación volcada al mundo del comercio o los negocios para poder empezar una startup. Según el informe, los perfiles de Historia, Educación o Periodismo tienen como puntos fuertes su habilidad para manejar equipos de trabajadores, pues sus habilidades sociales están muy desarrolladas y tienen una actitud muy positiva hacia el aprendizaje. No obstante, estos profesionales deben recibir formación complementaria en las parcelas de economía, tecnología y orientación comercial para alcanzar el éxito.

Ciencias y tecnología

Este ámbito de estudios dota a los futuros emprendedores de un ‘bussiness plan’ balanceado, con una sólida base en tecnología y la capacidad de desarrollar productos innovadores, que tienen un valor añadido a la hora de su comercialización. Si bien son un gran activo para las startups, presentan grandes carencias a la hora de vender esta idea o innovación. Los titulados en ciencias y tecnología tienen carencias comerciales, poca orientación al cliente y deficiencias en las relaciones interpersonales hacia el exterior.

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